Ya sabemos que en Asia, con temas de belleza, siempre van un
poco a su aire. Una de las cosas dónde me di cuenta que esto es muy evidente es
con el tema de las mascarillas faciales. Mientras que aquí en occidente el
formato más habitual es el tubo o el sobrecito monodosis en formato crema, en
Japón (y en Asia en general) triunfa el formato mascarilla en tisú.
No es que aquí no existan, porque las hay, pero allí copan
la mayoría de la sección de mascarillas y puedes encontrar desde las más
utilitarias (mascarilla de tejido blanco y punto) hasta motivos de fantasía con
caras de animales o diseños de series de anime.
Mascarilla SNP con diseño de tigre |
Entre la investigación que hice antes de ir y comparando ya
allí las mascarillas que encontraba en las tiendas, una de las que más me
llamaron la atención fueron las de Lululun, que además de estar muy bien de
precio (unos 300 yenes, al cambio 2,5€, el pack de 7) las recomendaban desde muchos blogs. Existen de varios tipos pero yo me
compré dos; las normales (paquete rosa) y las intensivas (paquete azul oscuro).
Los ingredientes más destacados de estas mascarillas son el
ácido hialurónico, extractos vegetales como ginseng o aloe vera, miel, etc. Un
detalle que puede que os eche atrás es que llevan algún parabeno en su
composición, aunque están al final de todo de la fórmula. Lo que no llevan es
alcohol ni aceite mineral (parafina líquida).
Packs de 32 unidades. Foto de lululun.com |
Estas mascarillas se venden en varios formatos, o bien packs
que contienen 7 mascarillas o bien unas cajas más grandotas que contienen 32
(para una semana o para todo el mes). Un detalle que hay que tener en cuenta es
que no vienen envasadas individualmente, sino que dentro del pack de 7 vienen
las 7 metidas dentro.
Aunque no sea el sistema más práctico, no hay problemas de
conservación porque el pack tiene cierre hermético que además funciona bastante
bien, por lo que las mascarillas no se secan.
El funcionamiento de estas mascarillas es bastante simple;
tienes que aplicar la mascarilla en tisú sobre la cara, haciendo coincidir los
huecos para la nariz, ojos y boca y dejarla sobre la piel unos 20 minutos. No
he notado que produzca picores ni escozor mientras se tiene puesta, aunque en
invierno resulta un poco molesto porque acabas cogiendo frío, al dejar algo
húmedo sobre la cara tanto rato.
A nivel de resultado me ha gustado mucho, pero si os animáis
a usarlas hay que tener en cuenta unas cositas. Después de usarla, al retirar
el tisú y masajear el resto de líquido que queda sobre la piel, este se
absorbe, pero la piel queda bastante pegajosa.
Mis packs de 7 ud cada uno |
Las veces que las he usado con la piel en modo crisis (por
ejemplo después de una gripe que entre otras cosas me dejó la piel fatal) me he
despertado con la cara muchísimo mejor.
Otra cosa que me ha gustado ha sido que el efecto perdura,
no pasa como ocurre en ocasiones que al lavarte la cara los efectos del
producto desaparecen.
Y el tema de simplemente tirar el tisú una vez has usado la
mascarilla me parece mucho más práctico y menos engorroso de usar que las
tradicionales mascarillas en formato crema. A pesar de que va puesta sobre la
cara, no es necesario estar tumbado sin moverse, la lámina se queda pegada a la
cara así que podéis ir haciendo otras cosas mientras.
Cuando se me acaben los packs que traje las buscaré online
porque me han dejado muy satisfecha.
¿Usáis mascarillas en crema o en tisú? ¿Tenéis alguna
asiática entre vuestras favoritas?