Self Help Wednesday: indefensión aprendida

La indefensión aprendida es algo que hasta hace muy poco tiempo no sabía que tenía tan siquiera un nombre, a pesar de que veía su existencia y que es algo que estoy segura que cuando os explique qué es, se os ocurrirán mil ejemplos que veis a diario.

Consiste en un comportamiento pasivo y derrotista con la idea de que intentar hacer algo es inútil, no vas a conseguir nunca nada. No es algo que se de en humanos únicamente; en experimentos con animales se ha demostrado que también les pasa.

Resumiendo un experimento que se hizo a finales de los años 60; se condicionó a algunos perros para que hicieran lo que hicieran, recibieran un estímulo doloroso. Al final los animales se daba por vencido y cuando las condiciones del experimento cambiaban (por ejemplo, se introducía un sistema para que el animal detuviera el estímulo) el animal continuaba sin intentar hacer nada, ni defenderse, ni cambiar su entorno; únicamente seguía soportando el dolor.

Pero hay una gran diferencia entre este comportamiento aprendido entre los animales y los humanos; y es que los humanos aprenden la indefensión también a través de las experiencias ajenas; de forma vicaria. No es necesario haberse visto personalmente en la circunstancia de perder el control sobre una situación.

Los caracteres pesimistas son más propensos a este pensamiento

En las personas esta indefensión se puede dar sobre un área de la vida, o en general; y lo cierto es que no todo el mundo se puede ver igual de afectado; como ya imaginaréis, la gente con una visión del mundo pesimista y negativa son mucho más propensos.

En este vídeo que hay en youtube, se ve como en poco menos de cinco minutos le puedes provocar ese sentimiento a una persona; en este caso, niños de una clase. El vídeo está en inglés pero incluye subtítulos en castellano.

Y pensaréis, "muy interesante este rollo, ¿pero que quieres explicar exactamente?". Sencillo, es un miedo que paraliza a la gente; es lo que impide a la gente tímida lanzarse a hacer amigos, a una persona gorda plantearse un plan de adelgazamiento en serio, a alguien puteado en su empresa a buscar otro trabajo o a la persona que tiene una vocación, seguirla.

También se ve últimamente como se intenta inculcar esta indefensión a nivel social; el hecho de ignorar las manifestaciones, de dejar libres a la policía después de cometer tropelías infames contra gente inocente (llegando incluso a matar a una persona injustificadamente), la idea que se refuerza una y otra vez desde organismos oficiales y medios de que no se puede hacer nada porque esto es lo que hay, y que la culpa es de los ciudadanos buscan provocar una indefensión aprendida en la gente.

En parte, son dos temas que van unidos; si no crees que puedas controlar tu propio destino porque las fuerzas externas te lo van a impedir, aún menos vas a pensar que puedes cambiar el mundo como aquel que dice.

Y el problema final, es que este miedo paraliza al final cualquier decisión; no solo eso, impide aprovechar cualquier oportunidad por mucho que te la pongan en bandeja. Cogiendo el ejemplo de la timidez; si te invitan a una fiesta dónde puedes conocer gente nueva el pensamiento de que no vale la pena ir porque no le vas a gustar a nadie hace que tu rechazo de asistir te deje igual que estabas. Y en el caso de terminar yendo, posiblemente acabes sin hablar con nadie por una pura profecía autocumplida.

No quiero que se confunda esta especie de crítica a la indefensión aprendida con un optimismo desmedido por mi parte en plan que dar el primer paso te va a solucionar la vida. No. Y por ejemplo, siguiendo con el caso de la fiesta, puede que todos los invitados sean una panda de gilipollas y vuelvas indignado por haber ido.

Para terminar, seguiré con las metáforas. Si te pones a caminar por un camino, tal vez te pierdas y tengas que ir volviendo atrás o cambiar de ruta, pero si no te mueves del punto de inicio porque te da miedo perderte, o caerte y hacerte daño, o que dónde te lleve el camino luego no te guste; luego no puedes quejarte de que no has visto mundo y que no te has movido de dónde estabas.